Este acuerdo, pionero en España, servirá también para adecuar la oferta de las futuras titulaciones universitarias a los perfiles profesionales más demandados por el sector empresarial.
-Ángel Tristán: “Empresa y Universidad tienen que trabajar al unísono en campos compartidos para actualizar la formación y poder encajar a sus egresados en la actividad profesional y en el mundo del trabajo”.
-Lluís Serra: “Este convenio es especialmente significativo en varios aspectos centrales de la actividad universitaria que encontrarán reflejo en nuestro nuevo Plan Estratégico Institucional”.
-Agustín Manrique de Lara: “Tenemos la intención de lograr la excelencia en la formación de nuestros universitarios, acercándola a las necesidades de la sociedad tecnológica y a la digitalización de las empresas, para facilitar la empleabilidad y fomentar el espíritu emprendedor”.
Las Palmas de Gran Canaria, 7 febrero de 2022. El rector y el presidente del Consejo Social de la ULPGC firmaron este lunes un acuerdo de colaboración con la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), que tiene como principal objetivo promover la innovación y la formación permanente del tejido empresarial de Canarias, así como adecuar la oferta de las futuras titulaciones universitarias a los perfiles profesionales más demandados por el sector empresarial.
Este acuerdo, impulsado por el Consejo Social de la ULPGC, es el primero suscrito entre una universidad española, dentro del convenio marco entre la Conferencia de Consejos Sociales y la CEOE, que fue firmado por Lluís Serra, rector de la ULPGC; Ángel Tristán Pimienta, presidente del Consejo Social de la ULPGC y Agustín Manrique de Lara, presidente de la CCE.
Lluís Serra manifestó en su intervención que “el empresario español es un empresario formado, consciente de su papel y de su responsabilidad social, abierto al mundo y que forma parte de un sector empresarial español que cuenta, en su haber, con grandes e importantes multinacionales y brillantes realizaciones en muchos puntos del planeta”, desde los Estados Unidos a Arabia Saudí, desde Australia a Canadá, desde Argentina a China.
“Algo similar le ocurre a la Universidad. La imagen percibida de una institución en una urna de cristal, alejada de la sociedad, tampoco obedece a la realidad. Si esto es cierto para la Universidad española en general, lo es más, si cabe, para la más austral de sus Universidades, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Somos la única Universidad española nacida de una sentida demanda social. A la sociedad nos debemos. Y la relación privilegiada de nuestra casa con la sociedad ha sido siempre y seguirá siendo uno de nuestros principales activos. La firma de este convenio es buena muestra de ello”.
En su opinión, este convenio es especialmente significativo en varios aspectos centrales de la actividad universitaria y que encontrarán “reflejo en nuestro nuevo Plan Estratégico Institucional, desarrollado dentro del área del Rector, por su dirección de planificación estratégica”.
Lluís Serra resumió los aspectos de este acuerdo en tres facetas: primero, en la docencia, “las prácticas en empresas están integradas en el currículo de todos los títulos universitarios y conectan directamente a nuestros estudiantes con elementos reales del tejido empresarial. También nos interesa contar con la perspectiva empresarial de cara al diseño de nuestros nuevos planes de estudios, en el marco del nuevo mapa de titulaciones que está realizando nuestro Vicerrectorado de Grados. Además, existe una creciente demanda de formación por parte de empresas para materias muy específicas, que pueden tener un carácter puntual o reproducirse a lo largo del tiempo. Esto incluye el manejo de equipos concretos, el uso de aplicaciones informáticas etc. La ULPGC debe articular mecanismos flexibles para dar respuesta a estas demandas, con un tiempo de respuesta ágil y una estructura muy adaptable”.
En segundo lugar destacó la innovación, la investigación y el intercambio de conocimiento entre universidad, sociedad y empresa. “No sólo incluye la investigación amparada por grandes proyectos de convocatorias competitivas, sino los proyectos de colaboración con empresas o administraciones, la promoción de diversos formatos en que el talento innovador puede permear al tejido empresarial, o bien crearlo a partir de la propia iniciativa de los investigadores. Los proyectos de colaboración público-privada, son un medio básico de financiación de las universidades y permiten dar continuidad a los contratos del personal investigador con carácter no permanente. Este tipo de actuaciones requieren una gestión ágil y flexible, que permita realizar convenios en un plazo breve y ejecutarlos mediante diversos modelos de colaboración, que pueden ir desde la participación de personal de empresas en los laboratorios o el desarrollo de estudios o prototipos bajo demanda. La culminación de este esfuerzo, en el que el Consejo Social puede tener un papel importante, puede dar lugar a la creación de un tejido industrial de alta calidad basado en el conocimiento, a través de una red de empresas basadas en conocimiento ULPGC”.
El tercer aspecto de esta cooperación es la empleabilidad, que según indicó, constituirá uno de los seis grandes ejes del nuevo plan estratégico institucional. “Otro elemento esencial que ayudaría mucho a la mejora de la inserción laboral de los egresados es el fomento del espíritu emprendedor, no solo entre el alumnado, sino especialmente entre el profesorado. Que el estudiante pueda encontrar trabajo o crearlo. Hoy es más necesaria que nunca una mayor implicación del profesorado en la formación integral del alumnado, porque a los estudiantes, además de enseñarles a ser críticos, a aprender a construir y defender sus opiniones y a que mantengan siempre un compromiso con la ética, se les ha de enseñar a ser emprendedores, en el sentido de que sean capaces de encarar la vida como una carrera de obstáculos”.
Por su parte, Agustín Manrique de Lara destacó que este convenio tiene como prioridad “estrechar lazos estables en la relación universidad-empresa, contribuir a una mayor vinculación del entorno empresarial con la universidad, fortalecer el papel y, además, desde la CEE, ayudar y aportar su experiencia en la gobernanza del mundo de la universidad, en la formación de nuestros estudiantes, como elementos claves para el desarrollo económico”.
Añadió que la organización empresarial canaria quiere facilitar la transferencia de conocimiento y de la investigación universitaria, adaptada a las necesidades del sector productivo. “Tenemos la intención de lograr la excelencia en la formación de nuestros universitarios, acercándola a las necesidades de la sociedad tecnológica y a la digitalización de las empresas, para facilitar la empleabilidad de nuestros estudiantes y fomentar el espíritu emprendedor”, expuso Manrique de Lara.
“Este proceso de transformación digital y la apuesta por la I+D+i son aspectos determinantes para la mejora de la competitividad de nuestra economía y necesitamos a la Universidad implicada en ello”, añadió el presidente de la CCE.
Para concluir su intervención, Manrique de Lara dijo que “en un mundo global, tecnológico y de desarrollo sostenible, es necesario formar a nuestros estudiantes, tanto en principios, valores y en fortaleza mental, como en las competencias profesionales, que hoy en día son transversales y claves para su empleabilidad”.
Por su parte, Ángel Tristán Pimienta, destacó que la ULPGC y su Consejo Social vuelven a ser pioneros ya que este es el primer Convenio que se firma en España como consecuencia del acuerdo entre la Conferencia Española de Consejos Sociales y la CEOE, “conscientes de que no se puede perder el tiempo, en un momento en que nos invade el vértigo por los rápidos cambios que experimenta nuestro mundo como consecuencia de la globalización y de la era digital. Esto afecta directamente al núcleo donde no solo se forma a las nuevas generaciones en los valores, la ética y en habilidades, sino que es una fuente principal de investigación y por lo tanto, una gran impulsora de la innovación”.
El presidente del Consejo Social añadió que “las universidades se enfrentan a nuevos e impensables desafíos, de distinto, tipo, todos clave para el éxito o el fracaso. “Un elemento principal para cumplir con los objetivos es reconocer el papel relevante del mundo de la empresa, el gran empleador, pero también el objetivo de cientos de miles de ilusiones emprendedoras. Empresa y Universidad tienen que trabajar al unísono en campos compartidos para actualizar la formación y poder encajar en la actividad profesional, productiva en el mundo del trabajo, a sus egresados”.
Añadió que en todo el planeta hay nuevas necesidades que surgen en racimos y hacen falta nuevas titulaciones y nuevas formas de aprendizaje. “Este convenio abre un camino y se sustenta en tres aspectos. El primero es adecuar la oferta académica a la demanda, desarrollar la formación continua para el perfeccionamiento de los trabajadores, acoplar los planes de estudios a los requerimientos actuales y avanzar en la posibilidad de llevar a cabo titulaciones duales, es decir, con enseñanzas compartidas entre la empresa y la universidad”.
El segundo aspecto, manifestó, es “hacer lo posible, o lo necesario, para acercar la investigación, la innovación y el desarrollo al mundo de la empresa para ver cuál es la demanda en los distintos sectores, para ayudarles a investigar e innovar, y la tercera ‘pata’ son los estudiantes, los verdaderos protagonistas. Hay que aumentar y asegurar la cantidad y la calidad de las prácticas externas”.
CONVENIO CON LA CEOE
El Consejo Social de la ULPGC, como órgano de relación entre la universidad y la sociedad, será el vehículo de conexión entre todas las instituciones para favorecer la formación permanente, los proyectos de investigación estratégicos para el tejido productivo y la implantación de enseñanzas duales en la ULPGC, en colaboración con las empresas canarias.
En el aspecto formativo, este convenio prevé la creación de un Catálogo de cursos y títulos propios, a propuesta de la organización empresarial, para la actualización de los conocimientos de los titulados superiores.
Como novedad, también se pretende favorecer la implantación de enseñanzas duales en la ULPGC, para que parte de la enseñanza-aprendizaje de los estudios universitarios se desarrollen en el entorno empresarial, de una forma coordinada entre la universidad y la empresa, en régimen de alternancia y con estancias de duración variable.
La CCE podrá proponer necesidades empresariales en materia de I+D+i, para desarrollar proyectos dentro de la ULPGC, por lo que se establecerán mecanismos de coordinación entre las empresas, los investigadores responsables de los proyectos y la Fundación Canaria Parque Científico y Tecnológico de la ULPGC.
De este modo, el objetivo es promover la transferencia científica a la empresa estimulando investigaciones de interés estratégico para el sector productivo en los trabajos fin de grado, de máster y de doctorados industriales, principalmente aplicados a las empresas.
El convenio también prestará especial atención a la empleabilidad de los egresados de la ULPGC, mejorando sus prácticas externas y aproximando a estudiantes y profesores a distintas empresas, con el fin de identificar aquellos perfiles formativos más demandados en la actualidad, que atienden a las nuevas tendencias de los mercados en aspectos claves como la digitalización, desarrollo sostenible o el emprendimiento, entre otros.