– El Ayuntamiento está finalizando los trabajos para la reforma de las aceras, eliminando los obstáculos que dificultan el tránsito de las personas con movilidad reducida. El proyecto se hará extensible a todos los barrios del municipio.
El Ayuntamiento de Agüimes está culminando estos días la reforma integral de las aceras y los cruces en el barrio de Los Espinales. La obra, que está siendo ejecutada por la empresa Bloquia Canarias por un importe de adjudicación de 95.385,15 euros, permitirá mejorar el tránsito peatonal en el barrio, adaptando los itinerarios a la normativa actual para mayor comodidad de la ciudadanía. La actuación favorece, en especial, a las personas con movilidad reducida.
Los trabajos se han centrado en la Avenida Teresa Navarro, principal vía del barrio, y sus calles transversales. Se han ampliado las aceras hasta un ancho mínimo de 1,80 metros allí donde ha sido posible y se han rebajado los bordillos en las intersecciones de las calles, creando rampas para salvar el desnivel que existía entra las aceras y el asfalto. También se ha instalado pavimento táctil abotonado, se han señalizado los lugares de cruce y se ha mejorado la visibilidad de estas zonas, aumentando con ello la seguridad de los peatones.
El alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, y el concejal de Vías y Obras, Efraín González, realizaron este jueves una visita a las obras, para comprobar su evolución. Aprovecharon la ocasión para agradecer personalmente a los vecinos su paciencia y colaboración durante la ejecución del proyecto.
Con esta intervención, Los Espinales se convierte en el primero de los barrios de Agüimes en renovar sus aceras para cumplir con los criterios de accesibilidad peatonal plena. La actuación ha servido de experiencia piloto para extender el concepto al resto de núcleos de población del municipio.
El proyecto es extraordinario, ensanchar las aceras y mejorar la accesibilidad supone una notable avance no solo para las personas con movilidad reducida sino para el público en general. Espero que pronto se inicien las obras en Arinaga, donde continuamente observo cómo mayores en sillas de rueda o madres con carritos se ven obligados a transitar por la carretera o carriles al no poder caminar por las aceras tan estrechas.