– Las actividades programadas comienzan este lunes con los torneos de zanga y petanca y finalizarán el próximo domingo con la actuación musical de Mara Pérez.
El barrio de Las Rosas comienza este lunes su semana de celebraciones cívicas y religiosas con motivo de las fiestas en honor al Sagrado Corazón de Jesús y Nuestra Señora de Fátima. Desde el 27 de junio y hasta el 3 de julio, vecinos y visitantes de todas las edades podrán disfrutar de juegos, deportes, teatro, música y verbenas.
Los actos comienzan este mismo lunes con el Torneo de Zanga, el juego de cartas más popular del Sureste de Gran Canaria, que hasta el próximo jueves reunirá todas las tardes, a las 19:00 horas, en el campo de fútbol, a los aficionados que quieran poner a prueba sus habilidades y su suerte. El lunes y el martes, ambos días a las 18:00 horas, también se celebrará la competición de petanca en las categorías infantil, femenina y masculina.
El miércoles, a las 17:00 horas, la plaza de Las Rosas será el escenario de talleres infantiles, mientras que el jueves, a las 20:30 horas, en la Casa de la Cultura se representará ‘Cosas de la vida’, obra que será llevada a escena por el Taller Amateur de Teatro de Arinaga. El viernes se celebrará la Romería-Ofrenda, que partirá a las 20:30 horas desde la calle Mozart. Unas horas antes, a las 16:00, los vecinos que lo deseen podrán participar en la decoración de las carretas que saldrán en el recorrido.
El sábado bien temprano, a las 09:00, se disputará el tradicional partido de fútbol entre solteros/as y casados/as. A las 11:00 habrá ludo parque acuático infantil, con fiesta de la espuma. Y ya por la noche, a partir de las 22:30 horas, en la plaza, se celebrará la verbena popular amenizada por Yoni y Aya, además de Yeray Socorro. El programa de actos finalizará el domingo por la tarde con la procesión religiosa, a las 18:00 horas, y el concierto de Mariachi Peleón y Mara Pérez, a las 20:00 horas.
Las fiestas de Las Rosas se convierten cada año en un espacio de reencuentros entre familiares y amigos que aprovechan la ocasión para volver a reunirse y recuperar los viejos afectos. Además de la devoción religiosa, celebran los orígenes humildes de un barrio que hoy disfruta de altos niveles de desarrollo y prosperidad, pero que siempre tiene muy presente su historia, marcada por el esfuerzo transformador de quienes aquí se asentaron por primera vez, convirtiendo lo que antaño era un espacio duro y hostil en un núcleo de población de gran relevancia para el municipio de Agüimes.