- El trabajador social del servicio de atención y apoyo de FUNCASOR participó en el curso sobre ‘Atención a la diversidad. Una respuesta hacia las familias’
Maspalomas, 15 de julio de 2022 “En las personas con sordera existe un alto índice de abandono escolar”, afirmó Borja Gutiérrez, trabajador social del servicio de atención y apoyo a las familias de la Fundación Canaria para las personas con sordera y sus familias (FUNCASOR), en el curso sobre ‘Atención a la diversidad. Una respuesta hacia las familias’, que organizan la XXX Universidad de Verano de Maspalomas y la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias. Este curso se celebra gracias a la colaboración con la Estrategia Canaria de Transición Igualitaria de la Viceconsejería de Igualdad y Diversidad del Gobierno de Canarias, a la que la Universidad de Verano de Maspalomas está adherida. Se trata de un programa de acción a 16 años que busca dotar a las islas de una base cultural que afiance el derecho a crecer en plena igualdad, dela población canaria.
Borja Gutiérrez intervino junto a Israel Castro, responsable de la atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo en el acceso a la ULPGC, y Gabriel Díaz, profesor en el Departamento de Psicología, Sociología y Trabajo Social de la ULPGC.
Gutiérrez explicó que “a veces pensamos que, como una persona cuenta con un audífono o un implante, no tiene discapacidad”, pero, sin embargo, no es así, ya que a pesar de que “pueden aumentar el sonido o clarificarlo, en algunas ocasiones no escuchan con nitidez. Añadió que “en Canarias hay cerca de 400 alumnos y alumnas con sordera en las aulas y cerca de 5.000 personas en todo el Archipiélago”.
En referencia a los menores, Borja Gutiérrez afirmó que “el 90% de los niños y niñas que nacen con sordera pertenecen a una familia en la que ningún miembro tiene una discapacidad auditiva”. En esa situación, defendió que es muy importante la actuación de los padres y también el apoyo que presta FUNCASOR para mejorar su calidad de vida.
El trabajador social dijo que la fundación en la que trabaja “ayuda a las familias a empatizar y ver de qué manera percibe el mundo su hijo o hija, debido a su pérdida auditiva”. FUNCASOR ofrece un servicio de psicología y clases para aprender la lengua de signos, aunque “quienes han nacido en una familia oyente no suelen aprender lengua de signos, porque según distintas teorías, retrasa la adquisición de la lengua oral”.
En su turno, Israel Castro se centró en la lectura fácil, “un medio que persigue la inclusión en el tejido social, como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho, a las personas con discapacidad y del desarrollo”, dado que “han sido excluidas de los ámbitos de participación ciudadana”.
Castro explicó que la lectura fácil “hace accesible la información a personas con problemas de comprensión lectora”, añadió que no se trata únicamente de quienes tienen discapacidad intelectual y de desarrollo, “sino también, de mayores con deterioro cognitivo o de personas migrantes que no tienen formación en su país de origen”.
Además, el responsable de la atención al alumnado con necesidades específicas destacó que España es pionera en el mundo en el uso de esta técnica que consiste “en pautas y recomendaciones que acaban con las barreras de acceso a la información y a los bienes culturales”.
Por su parte, Gabriel Díaz afirmó que “hay personas con discapacidad que no logran comunicarse con otras siguiendo un sistema de comunicación habitual, como el lenguaje o la escritura”, por lo que “para facilitar su interacción y socialización se han creado una serie de Sistemas de Comunicación Alternativos y Aumentativos (SAAC)”.
Díaz detalló que “estos sistemas de comunicación alternativos los podemos dividir en dos tipos”, los que necesitan elementos ajenos al cuerpo como tableros y otros materiales diversos “como el que emplea pictogramas que simbolizan personas, objetos o sentimientos llamado SPC” y los que no requieren ayuda externa “como los que se basan en el uso de los ojos o las manos”.
El profesor abordó también algunas estrategias adecuadas para favorecer la adquisición de un sistema alternativo de comunicación como “contar con un ambiente estructurado y desarrollar un aprendizaje sin errores”, dado que “hay que evitar que los niños y niñas con discapacidad se enfrenten a la ansiedad que les produce lo desconocido e intentar que no sufran frustración”.
La XXX edición de la Universidad de Verano de Maspalomas está organizada por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y el Cabildo de Gran Canaria, en colaboración con la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias, Casa África y el Consejo Social de la ULPGC. Asimismo, colaboran GLOBAL, Moda Cálida, Rotary International, Instituto del Cine Canarias, Fundación Parque Científico Tecnológico, CANALUZ, librería Primicia, RIU Hotels, Grupo Dunas, Lopesan Group, Gloria Thalasso&Hotels, Seaside Hotels y Bungalows Vistaflor.