El colectivo cree que los nuevos complejos turísticos proyectados en el sur de Tenerife, en zonas costeras aún sin explotar, tales como “Cuna del Alma” (Adeje), “La Tejita” (Granadilla de Abona) o “Porís de Abona” (Arico), suponen la pérdida de valores naturales y una apuesta por un modelo caduco de turismo de masas que consume territorio, genera mayor contaminación y acaba por hacer menos atractiva la isla para turistas y residentes.
Es por este motivo que Salto a la Transición Ecológica quiere manifestar su apoyo a los diferentes colectivos que se han involucrado en la defensa de estos espacios naturales.
Asimismo, el colectivo ecologista señala la necesidad de diferenciar entre aquellos proyectos turísticos cuya rentabilidad social y ambiental es aquí cuestionada, de aquellos otros que tienen fines positivos para el conjunto de la sociedad canaria, contribuyendo a la descarbonizacion de la economía con el aumento de las energías renovables. Hablamos de los bombeos hidráulicos que permiten almacenar la energía renovable, de una manera más sostenible que las baterías, y cuyo mejor exponente son Gorona del Viento, que ha logrado convertir a El Hierro en la isla con mayor penetración renovable, y Salto de Chira, que pretende lo mismo para Gran Canaria.