El Ayuntamiento de Mogán da voz a residentes en el municipio desde hace treinta años procedentes de otros países con el libro y documental ‘A Mogán vino un día…’
El proyecto parte de la Concejalía de Participación Ciudadana del Consistorio y está subvencionado por el Cabildo de Gran Canaria
Si en 2020 el Ayuntamiento de Mogán impulsaba la creación de un libro y documental con la memoria oral de los moganeros y moganeras desde los 80 hasta la actualidad, ahora ha hecho lo propio reuniendo los testimonios de una docena de personas de diferentes nacionalidades residentes en el municipio desde hace 30 años. Bajo el título ‘A Mogán vino un día…’, el Consistorio da a conocer las razones que empujaron a estos vecinos y vecinas a establecerse en el municipio, que ha sido siempre un ejemplo de convivencia y hospitalidad.
El proyecto se ha financiado con una subvención de algo más de 13.500 euros del Cabildo de Gran Canaria a la Concejalía de Participación Ciudadana, que con la colaboración del Instituto Canario de Estudios Antropológico ha reunido a doce personas procedentes de Canadá, Alemania, Austria, Noruega, Dinamarca, Irlanda, Suiza e Italia que residen en el municipio desde hace al menos treinta años. Todas ellas han sido entrevistadas y el resultado de esas conversaciones se recoge en un libro de 125 páginas y un documental de 70 minutos de duración.
Ambos documentos, aunque reflejan la historia particular de cada una de las personas participantes, pretenden ser un reconocimiento a un colectivo mucho mayor de vecinos y vecinas de circunstancias similares. Así ha quedado manifiesto este jueves en el acto de presentación realizado en el Centro Cultural El Mocán por la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, la concejala de Participación Ciudadana, Consuelo Díaz, y con la presencia del Director General de Participación Ciudadana del Cabildo de Gran Canaria, Jorge Pérez Artiles.
“Hay muchos vecinos y vecinas que en su día decidieron dejar su lugar de origen y venir a Mogán, por lo que creo que tendremos que tener una segunda parte de este documental y editar un segundo libro con aquellas personas que nos faltan”, apuntó Bueno.
El trabajo realizado en ‘A Mogán vino un día….’ pone de relieve que las bondades y atractivos de Mogán no solo los comparten las personas nacidas en el municipio sino también aquellas que no estando vinculadas culturalmente al territorio han decidido que es el lugar idóneo para hacer su vida y que, igual que los que han residido desde su nacimiento, colaboran por su bien, su desarrollo.
“El Mogán que conocemos actualmente no solo lo han construido las personas nacidas en el municipio sino también esos vecinos y vecinas de otras nacionalidades que han hecho de Mogán su residencia habitual”, afirmó la edil Díaz, recalcando “la riqueza cultural” que esto aporta al municipio. “Vamos ampliando nuestro patrimonio cultural, que evidentemente vamos a dejar a las generaciones presenten y futuras”, ha apuntado.
Aunque Mogán tiene ya 208 años de existencia, es la apertura de Canarias al turismo, sobre todo a finales de los 70, la que propicia la llegada de visitantes y de personas que, una vez concluida su estancia vacacional, deciden hacer de Mogán su hogar atraídos por el excepcional clima, los espacios naturales, el estilo de vida y su gente.
En el libro y documental aparecen casos como el de Annette Russel, natural de Belín, Alemania, que antes de establecerse en Mogán recorrió varias partes del mundo, conociendo casi toda Europa, Siri Lanka, Nepal y la India. En el municipio, concretamente en Playa de Mogán se sintió muy bien acogida y fue el punto determinante para decidirse a vivir en el municipio. “Jamás, jamás me arrepentí de mi decisión de vivir aquí”.
Apasionante es la historia de Natalie Betancor, natural de Vancouver, Canadá. Llegó por primera vez en 1969. Acaba de separarse y tenía dos hijos. En Mogán conoció al que fuera su segundo marido, Pepe Betancor, con quien marchó más tarde de regreso a Canadá, donde pasó treinta años. En 2005 decidieron volver al casco de Mogán, lugar que ha servido a Natalie de inspiración para escribir los cuentos protagonizados por su perrita Foxy, denominados ‘Las Aventuras de Superfoxy’. «A los moganeros les diría: “gracias por haberme aceptado como una moganera más”. No tengo ganas de salir de aquí. Si dios me dice Natalia no vas a salir más de este pueblo, de este valle, me conformo».
No por decisión propia se estableció en Mogán la irlandesa Silvya Dennehy. En 1983, con tal solo 17 años, sus padres decidieron abrir un restaurante en el Puerto de Mogán, establecimiento que permanece abierto y ahora regenta ella. «Cuando llegué al Puerto de Mogan me encantó el lugar, era un lugar precioso. Verlo construir poco a poco fue muy bonito. Todo estaba en obras, no estaban los pantalanes con los barcos, sólo estaba la primera fase. Fue muy bonito ver como, poco a poco, se fue convirtiendo el Puerto de Mogán en lo que es hoy».
Estas son algunas de las historias que alberga ‘A Mogán vino un día…’. El libro se podrá consultar en las bibliotecas municipales y las asociaciones culturales del municipio. También se distribuirán ejemplares a todos los centros educativos del municipio, además se ser publicado en la web municipal. El documental, que ya hoy se ha proyectado ante sus protagonistas, la alcaldesa, la concejala Díaz, el director general de Participación Ciudadana del Cabildo y otros vecinos y vecinas, se emitirá próximamente en la televisión local.