El 25 de diciembre, Navidad, es una fecha cargada de ilusión y reunión de seres queridos, pero también de cumplir tradiciones, como la de acudir al Belén Viviente de Veneguera, que ha celebrado 36 años gozando de una salud envidiable gracias a la implicación de los más de 150 vecinos y vecinas que participan en él y por el apoyo de público, que esta edición volvió a alcanzar las 4.000 personas, todas ellas dispuestas a disfrutar de la representación del Nacimiento, de los oficios y actividades tradicionales, la música en vivo y las degustaciones gastronómicas.
Familias de toda Gran Canaria y un buen número de turistas acudieron al bello barrio moganero. A las 17:30 horas comenzaba la Misa de Navidad en la iglesia del barrio con la presencia de niños y niñas del lugar ataviados con la vestimenta tradicional. No faltaron Taidia Galván Galiano y José Ángel Jiménez Torres, los vecinos que este año han representado a María y a José junto al Niño Jesús, rol que ocupó la hija de ambos, Jimena, de tan 21 días de vida.
Cuando finalizó la liturgia, salieron al pórtico donde les dedicaron el tradicional baile de ‘La Cunita’ con música en vivo y los tres Reyes Magos, más canarios que de Oriente, los agasajaron con sus ofrendas. Seguidamente, acompañados de un burrito, más música folclórica y todas las personas allí congregadas, se dirigieron al espacio natural La Cardonera, ocupando su lugar en el portal donde estuvieron custodiados por una vaca y el burro.
Comenzó entonces la representación de más de cuarenta escenas con la participación de más de 150 vecinos y vecinas de Veneguera, algunos del Barranco de Mogán e incluso de Tasarte, contribuyendo a crear una atmósfera mágica y única para este evento organizado por el Colectivo Belén Viviente de Venguera con la colaboración del Ayuntamiento de Mogán.
En esta edición del Belén formaron parte el carpintero, herreros, el pedrero, el artesano de juegos de madera y del cuerno, el turronero, el carbonero, caladoras, los lavanderos y lavanderas y las planchadoras. Además, esta edición contó con un colegio en el que los niños y niñas estudiaban y practicaban actividades tradicionales, una casona canaria con una peculiar familia y el tradicional Baile de San Pascual, además de una fiesta de las que estilaban de los 70.
Como es habitual, tuvieron presencia las labores de ganado con la era, el chiquero, el gallinero, las colmenas y la yunta de vacas, así como las relacionadas con la agricultura como las fincas de tomates, plátanos, calabazas, papas y millo. Durante el recorrido fue posible disfrutar de demostraciones del Salto del Pastor, de artesanía y empleitas, e incluso de ver cómo se realiza el queso y el potaje canario con productos recolectados del huerto allí instalado. También participar en actividades de ocio comunes del pasado como la ruleta y la pesca de la botella.
De igual modo, las personas asistentes, entre estos entre estos la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, y miembros del grupo de Gobierno, pudieron probar el pan de puño recién hecho, chocolate caliente, tortillas de calabaza, bollos, suero, caldo, naranjas, guarapo, manjares de la ‘Tienda de aceite y vinagre’, café e infusiones. Es esta bella celebración de la Navidad también brilló la música en vivo con la Agrupación Folclórica Umiaya, de San Fernando de Maspalomas, la parranda Los Tempranillo, y la Agrupación Folklórica y Cultural Labrantes, procedentes de Arucas.