Jéssica de León, consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, instaba, hace una semana, a los ayuntamientos a resolver de forma autónoma la situación del uso residencial en las zonas turísticas. Alejandro Marichal, primer teniente alcalde y responsable de Urbanismo de San Bartolomé de Tirajana, asegura que, en la reunión mantenida hace apenas unos días con la diputada del Parlamento de Canarias, Vidina Espino, trataron “la necesidad de que el Gobierno o el Parlamento tome la iniciativa de modificar la ley 7/95 y adaptarla al siglo XXI”.
Según Marichal, esta nueva Ley, que aún no se ha hecho pública, intentará apostar por asuntos relacionados con la sostenibilidad ambiental, social y económica, pero sobre todo para tratar dos cuestiones “enquistadas en San Bartolomé de Tirajana”: el principio de unidad de explotación y la residencialización en zonas turísticas. Después de las sanciones expedidas por el Gobierno de Canarias a personas residentes en zona turística, el Ayuntamiento de San Bartolomé encargó un dictamen para ver como resolver estos requerimientos.
El primer teniente alcalde asegura que en Plan General del municipio, que data del año 1995, no recoge la especialización del uso de las parcelas. “Al no existir la especialización del uso de parcelas, no están definidos dentro de la zona turística qué parcelas son turísticas y cuáles no”, manifiesta. Esto quiere decir que en la ficha urbanística de la parcela lo que se dictamina es la tipología de la edificación y por ende si es una casa, un bungalow, un apartamento o un hotel.
No obstante, Marichal resalta que la tipología, no define el uso: “puedes tener un apartamento en uso residencial”. El concejal de Coalición Canaria comenta que hasta que llegó a su cargo actual, “cada vez que llegaban requerimientos del Gobierno de Canarias, los técnicos municipales interpretaban de manera extensiva”. Ahora el siguiente paso, en palabras del responsable de Urbanismo, es “modificar el plan general para especificar el uso de las parcelas”, que en la práctica serán tratadas, en algunos casos, como uso mixto.
Dentro de esta modificación, se podría “plantear en unas bolsas muy concretas la recalificación del suelo para uso residencial”. “Después de veinte y pico años nos vamos a meter en esta legislatura a resolver el problema que tenemos en la zona turística”, afirma. Marichal declara así que el compromiso adquirido durante la campaña se mantiene firme, resaltando que hasta ahora no se había pronunciado sobre este tema, ya que se encontraba resolviendo cuestiones y tratándolo con la Plataforma de Afectados por la Ley Turística.
Me alegra ver,que por fin hay un partido político,con la iniciativa de hacer,algo acorde al siglo 21,playa del inglés a sido mixta,70 años,y nunca,a sido un problema,para el turismo,es hora de ke se haga una ley que se respete,al turismo,y al residente,bravo por esa iniciativa a delante,y respeto a esos propietarios,que han dejado,su dinero en reformas para esas propiedades,ke los keridos turoperadores,dejaron destrozadas,y no invirtieron un duro,dejando miles de propiedades en el más puro abandono,
El turista y el residente han convivido siempre y nunca se han producido problemas de convivencia, es más, muchos turistas quieren alojarse donde están los residentes , tanto tanto, que el gobierno tiene que sacar leyes para prohibir viviendas vacacionales. Por otro lado hay muchos residentes que quieren vivir junto a turistas, o quieren pasar los fines de semana en sus casas junto a turistas, no se molestan unos a otros, quieren estar juntos y es una forma de convivir arraigada.
También se sabe que los alquileres de temporada, esos que salvan miles y miles de economía y que reparte riqueza no tienen ninguna incompatibilidad con los turistas ni con los residentes.
Alejandro Marichal así lo ha entendido, se ha comprometido en resolver este problema inventado y viabilizar este modelo económico y de convivencia, y le hemos apoyado. Está dando los pasos adecuados y estamos seguros que Don Alejandro Marichal demostrará que es de esos políticos que tienen palabra.