- Antonio Morales presenta un plan de acción en el que se invertirán 151 millones de euros, para paliar el déficit de 46 hectómetros cúbicos de agua del sistema hídrico insular
- El presidente insular asegura que el abastecimiento urbano está prácticamente garantizado y urge a proteger el sector primario, que depende en un 78% de aguas superficiales y subterráneas
- El plan contempla medidas que permitirán disponer a corto plazo de 41.000 metros cúbicos diarios de agua para cubrir las necesidades de los diferentes sectores y, especialmente, del agrícola
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, anunció hoy a la sociedad isleña que el Gobierno insular, a través de su Consejería de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica, que tutela Miguel Hidalgo, y del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria (CIAGC), acometerá un total de 107 medidas por más de 151 millones de euros, para paliar, a corto, medio y largo plazo, el efecto que está teniendo la sequía en la Isla, en donde la reducción de las precipitaciones y el incremento de las temperaturas están suponiendo una reducción unos 46 Hm³ de agua del sistema hídrico insular cada año, equivalentes a 127.000 metros cúbicos diarios, y que se está proyectando, en toda su crudeza, sobre el sector primario, que dependen en un 78% de las aguas superficiales y subterráneas.
El Cabildo quiere que las actuaciones tengan un efecto inmediato, para paliar los efectos de la sequía a muy corto plazo, con medidas que ya se encuentran ejecutadas o en ejecución, con o sin financiación asociada, que tienen como finalidad acometer un total de 65 medidas por un importe cercano a los 25 millones de euros. Estas medidas permitirían incrementar la disponibilidad de recursos hidráulicos no convencionales en el sistema en unos 41.000 m³/día.
Antonio Morales también hizo referencia a la supresión de los convenios con el Estado desde 2012, cuanto tras el estallido de la crisis el Gobierno presidido por Mariano Rajoy dejó sin financiación los convenios de carreteras y de infraestructuras hidráulicas con Canarias. El convenio de aguas se retomó en la negociación de los Presupuestos del Estado de 2018, pero hasta la fecha no se ha ejecutado. Para el presidente insular, estos fondos son cada vez más necesarios para garantizar un recurso estratégico.
El presidente Morales, que compareció ante los medios de comunicación en compañía de Miguel Hidalgo y del gerente del CIAGC, Carmelo Santana, sostuvo que, dentro de este plan de actuaciones, se ha realizado un análisis de las diferentes medidas propuestas por el CIAGC, que se han agrupado en tres grandes grupos; las recogidas en el Tercer Ciclo de Planificación Hidrológica de Gran Canaria; las puestas en marcha, con carácter previo, por parte del Cabildo de Gran Canaria, en el marco de la mejora de infraestructuras y recursos hídricos en medianías y cumbres de la Isla, y aquellas que se han intensificado en el último trimestre a raíz del déficit hídrico detectado y que se proponen como de emergencia a muy corto plazo.
“Hemos planteado 42 medidas que se encuentran ejecutadas o en ejecución, por un importe de casi 13 millones de euros”, detalló. “Otras 23 por un importe de más de 12 millones euros, que, por su importancia y por la inmediatez de sus efectos, deben ser acometidas a muy corto plazo, antes del período estival, de emergencia, tales como el incremento en la capacidad de los centros de producción insular, el diseño de los mecanismos e instrumentos que permitan la disposición, por parte del Organismo de Cuenca, de recursos, convencionales o no convencionales de titularidad privada que no estén actualmente en uso y la suscripción de convenios, entre otras. Y otra categoría de medidas, a medio y largo plazo que, por su importante entidad, precisan un notable esfuerzo en cuanto a la redacción de proyectos, búsqueda de financiación, etcétera, que supone un total de 42, por importe de más de 95 millones de euros”, enumeró.
Más en detalle, el presidente del Gobierno insular destacó varias de las acciones ejecutadas o en ejecución, como la mejora de redes de aducción y depósitos en medianías, con 2.102.857 euros; los acuerdos de intercambio ‘Cumbre-Costa’; las nuevas infraestructuras hidráulicas y redes de riego para sector primario, en cumbre y medianías, 4.075.000 euros; el suministro de mil membranas de OI para EDAMs del CIAGC, con 400.000 euros; el depósito El Fondillo, con otros 6.300.000 euros, y el proyecto Aquagran, con 2.200.000 euros más.
Asimismo, en el grupo de actuaciones relativas al aumento de los recursos hídricos no convencionales y el incremento de redes de transporte y distribución de este plan de acción, hizo especial hincapié en las contempladas dentro de Salto de Chira. Una iniciativa de la que mencionó que tendrá unos excedentes de 700.000 m³/año, junto a las nuevas redes de riego desde la presa de Chira hacia zonas de Cumbre-Medianías. “En este caso, el proyecto se encuentra en redacción, estimando una primera fase de actuaciones con un presupuesto de 3, 5 millones de euros”, subrayó. “Cabe destacar, no solo la aportación de agua desalada a las zonas de cumbre y medianías desde la presa de Chira, sino también la disponibilidad de recursos no convencionales para tener agua suficiente en las zonas de cumbre, para las campañas de control de incendios, situación que, necesariamente, podrá requerir de estos recursos”.
Y añadió que, además de considerar dichas medidas dentro de las actuaciones ya realizadas por el Cabildo en su Plan de infraestructuras hidráulicas de cumbre y medianías, también se recoge la ejecución de las redes de distribución en dichas zonas, dentro del programa de medidas del Tercer Ciclo del Plan Hidrológico de Gran Canaria.
“Una tormenta climática perfecta”
Y es que Morales puso de relieve que Gran Canaria ha registrado en los últimos años una caída media de las precipitaciones de un 30%, e incluso de un 50% y hasta de un 75% en algunas zonas. Una situación que, como advirtió, “está generando un importante desequilibrio en el balance hídrico insular, en concreto, sobre los recursos hídricos convencionales aprovechables, las aguas superficiales y las subterráneas”. Además, a esa reducción se suman otros tres efectos que la alteran aún más: las altas temperaturas, la ausencia de vientos alisios que aportan humedad, el mar de nubes y la lluvia horizontal a las islas más montañosas, y la modificación en el régimen de precipitaciones, ya que se ha incrementado su componente torrencial. “En resumen, llueve menos, llueve de forma más torrencial, hace más calor y hay menos humedad y nubosidad. Una tormenta climática perfecta”, apostilló.
En este escenario, aseguró que, en estos momentos, el abastecimiento, en el ámbito urbano de las zonas ubicadas bajo la cota 300, salvo incidencias imprevistas, se encuentra prácticamente garantizado. Y en la misma línea se puede hablar del abastecimiento municipal en el resto de las zonas, si bien no con el mismo grado de garantía casi absoluta, al depender de recursos convencionales, el agua subterránea.
“Pero no podemos decir lo mismo del suministro de agua para el sector primario”, continuó. “Por el origen del agua, el déficit hídrico se está proyectando, en toda su crudeza, sobre el sector primario, ya que su dependencia de los recursos convencionales, un 78%, es muy superior a la de otros ámbitos y sectores, como podría ser el uso urbano, que depende de forma muy mayoritaria, un 86%, del agua desalada”.
A este respecto, puso el acento en que, hoy, la disponibilidad de aguas superficiales, es decir, el volumen almacenado en las presas del Cabildo de Gran Canaria gestionadas por el CIAGC, es de, escasamente, 1,5 Hm³, un 6% de la capacidad máxima de 23 Hm³.
“La falta de aguas superficiales es patente. Tanto es así que de los 9 Hm3 con los que tradicionalmente contamos para atender las necesidades, sobre todo agrícolas, actualmente disponemos de 1,5 Hm³, por lo que aparece la primera parte del déficit detectado, de -7,5 Hm3”, subrayó. “Pero es que la falta de precipitación está suponiendo una reducción en los volúmenes de recarga, que se podría estar traduciendo en otro déficit de la disponibilidad de agua subterránea, que puede cifrarse en otros -38,5 Hm³. Llegamos de esta forma al déficit de 46 Hm³, que se traducen, en su totalidad, en una reducción en la disponibilidad de agua para el sector primario”, vaticinó. “¿Y dónde buscamos los 126.000 m³ diarios que deberían aportarse al sistema, para que estuviera en la situación de partida prevista en el Plan Hidrológico?”, reflexionó. “Debemos incrementar la disponibilidad de agua industrial. Es la única medida que permitirá, al menos en parte, paliar ese desequilibrio”.
Desde aumentar los recursos hidráulicos hasta agilizar las autorizaciones
Ante este panorama, la primera autoridad de Gran Canaria sostuvo que es preciso actuar a través de este plan de acción, cuyas medidas pivotan sobre varios ejes. Uno de ellos es el incremento de los recursos hidráulicos no convencionales, tanto desalación de agua de mar como reutilización de aguas depuradas, mediante el incremento de las capacidades de los actuales centros de producción de agua industrial de la Isla. Una acción que, como aseguró, “tendrá un efecto inmediato sobre el sistema, dado el grado de interconexión entre esos centros de producción, que permiten cubrir todo el ámbito insular que va desde La Aldea de San Nicolás hasta la zona de El Salobre, mediante los corredores hidráulicos que componen la red de distribución insular”.
Un segundo eje se centra en los acuerdos de intercambio de aguas ‘Cumbre-Costa’, unos pactos y convenios de colaboración público/privada para liberar aguas procedentes de zonas de cumbre y medianías que bajan hasta la costa, por aguas de producción industrial en costa, de manera que se mantenga parte de los recursos convencionales disponibles en las zonas altas. “Dichos acuerdos parten de la base del intercambio de aguas de producción industrial de las infraestructuras del CIAGC, principalmente, con comunidades de aguas, de regantes y Heredades en diferentes zonas del territorio insular”, especificó.
Las actuaciones también inciden en la puesta a disposición del CIAGC de todas las fuentes no convencionales existentes, por medio de acuerdos de cesión por parte de los titulares de aprovechamientos de agua de producción industrial, de sus caudales excedentarios, para un uso prioritario de interés público, con la correspondiente compensación. Además, se contempla la puesta en explotación de fuentes de recursos convencionales en desuso, principalmente de aguas subterráneas, en zonas donde no se pueda contar con otros. Y, para ello, se piensa en incrementar las redes de transporte y distribución, ya que, según expuso el presidente Morales, “para el incremento de los recursos hídricos a disponer, se requerirá la mejora, ampliación, extensión de las redes de distribución, principalmente del CIAGC”.
Igualmente, este plan de acción se sustenta en otros dos parámetros referidos a la potenciación y agilización de los auxilios a obras hidráulicas y de regadío, tanto de iniciativa pública como privada, para lo que el CIAGC dotará una línea de ayudas para 2024, y, paralelamente, en la puesta en marcha de medidas orientadas a concienciar a la población, principalmente del sector primario, incluyendo campañas de sensibilización y buenas prácticas y una comunicación eficaz, además de instrumentar las mesas del agua.
Y, por último, el presidente insular destacó que “es preciso la intervención directa, dinámica y coordinadora del Gobierno de Canarias, no solo desde el ámbito relativo a la agilización de los trámites administrativos de su competencia, en cuanto a las medidas propuestas en el presente informe, sino en cuanto a administración regional, responsable de las competencias exclusivas que, en materia de aguas, dispone la Comunidad Autónoma de Canarias, ante una situación tan excepcional como esta, en la que las ocho islas se encuentran en situaciones similares, de mayor o menor alcance”.
La relevancia del CIAGC
Antonio Morales, en su intervención, puso en valor la labor del CIAGC, que, para atender las necesidades hídricas de la Isla, gestiona cinco centros de producción de agua desalada, con una capacidad de producción de 45.000 m³/día; seis balsas de almacenamiento, con una capacidad de 350.000 m³; más de 350 km de redes de transporte y distribución, mediante las cuales atiende 300 puntos de conexión que suministran agua a miles de agricultores de la Isla; ocho grandes presas, siete terciarios y 25 depuradoras.
Con todo ello, el órgano aporta al sector agrícola un volumen cercano a los 11 millones de m³ al año, de los cuales, el 55% es agua regenerada (6 millones de m³/año) y la restante es desalada. “El CIAGC es el mayor productor y distribuidor de agua destinada al riego en la Isla, con una producción diaria que alcanza los 30.000 m³, permitiendo una distribución constante, a lo largo del año, a una gran parte de la geografía insular y a un precio estable y asequible para el sector primario”, mantuvo el presidente de Gran Canaria.
Añadió, igualmente, que la distribución del agua se realiza en gran parte del territorio insular, a través de las redes de transporte del Consejo, que abarcan de norte a sur y de este a oeste, y son el corazón y las redes arteriales del sistema de distribución de agua de riego insular, sin obviar el resto de pequeñas redes de distribución en zonas geográficas dispersas o deslocalizadas, sin interconexión posible a las redes principales.
“Se trata de una infraestructura vital para el sostenimiento de la agricultura y la soberanía alimentaria en Gran Canaria, como se está demostrando en el largo período de sequía que estamos sufriendo, al ser capaces de distribuir aguas regeneradas y desaladas a zonas de riego localizadas hasta El Salobre y Fataga, permitiendo mantener la distribución de zonas que se regaban con aguas superficiales procedentes de las desaladoras del Cabildo, con aguas de procedencia industrial, garantizando unos mínimos de suministro de agua durante todo el año, incluso en situación de escasez de agua de presas”, remarcó. “Pero necesitamos una mayor capacidad para hacer frente a esta situación climatológica, para salvar nuestro sector primario”, concluyó.