- Los resultados preliminares de este estudio serán presentados al sector el próximo 9 de mayo
- Se trata de un primer acercamiento para determinar las diferencias en fechas e incidencia respeto a la Península
Gran Canaria, 2 de mayo 2024. El Cabildo presentará el próximo 9 de mayo al sector olivarero de Gran Canaria los resultados preliminares del trabajo de seguimiento realizado en fincas ubicadas en distintas comarcas de Gran Canaria para estudiar el comportamiento en diferentes variedades de las plagas que afectan al olivo en la isla y prevenir así sus efectos actuando con antelación.
Se trata de un primer acercamiento para determinar las diferencias en el grado y las fechas de incidencia de estas enfermedades con respecto a la Península por las particulares condiciones climáticas y orográficas de Gran Canaria, que pueden propiciar cambios notables incluso dentro de la propia isla en función del lugar donde se encuentren los olivos, por ejemplo, por las diferencias de humedad relativa, entre otros factores.
Esta iniciativa de la Consejería de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica, coordinada por el Servicio de Extensión Agraria y Desarrollo Agropecuario y Pesquero, se encuentra en una fase inicial y seguirá profundizando en la afección de estas plagas, especialmente en las dos de mayor importancia, la mosca del olivo y la Prays o polilla del olivo.
Las personas titulares de explotaciones dedicadas al cultivo del olivo, personal técnico y agricultores y agricultoras interesadas en su cultivo pueden inscribirse hasta el próximo 5 de mayo en la plataforma de formación de Sector Primario del Cabildo (https://formacionsectorprimario.grancanaria.com/).
La sesión formativa tendrá lugar el 9 de mayo entre las 17.00 y las 19.00 horas en la Agencia de Extensión Agraria de Arinaga, con la dirección de la jefa de la Agencia, Carmen Brito Alayón, y el agente comarcal Sebastián Suárez, y la participación como profesorado de la bióloga Naiara Suárez y el biólogo Ismael Medina.
El Cabildo de Gran Canaria realiza desde hace años una serie de actuaciones encaminadas a la recuperación del olivar tradicional y al desarrollo de nuevas plantaciones prestando asesoramiento técnico a los olivicultores y productores, y apoyando a las almazaras para conseguir que el aceite obtenido sea de la máxima calidad, así como a promover, divulgar y difundir entre el público en general algo tan arraigado en la isla como el cultivo del olivo y sus productos.
El olivar en Gran Canaria
Según datos del Gobierno de Canarias referidos al año 2022, casi el cuarenta por ciento de las 584,3 has dedicadas al olivar en Canarias se encuentran en Gran Canaria. Con alrededor de 230 hectáreas de cultivo y más de 20.921 olivos diseminados por toda su geografía, Gran Canaria es la isla del Archipiélago Canario con mayor superficie dedicada al cultivo del olivo.
Su historia comienza en la Isla hace siglos, tras la Conquista. El olivo se cultiva desde entonces en las medianías del sur y sureste de la Isla, en los municipios de Agüimes, Santa Lucía de Tirajana y San Bartolomé de Tirajana, donde se ha convertido en un elemento más del paisaje.
Ya en los siglos XVII y XVIII, diversos historiadores citaban la producción de aceite de oliva en esta zona en sus crónicas. Se llegaron a contabilizar seis almazaras en Agüimes y dos en Tirajana que elaboraban de forma artesanal un aceite muy apreciado y que siguieron en funcionamiento hasta finales del siglo XIX.
Por otro lado, las aceitunas se aliñaban y se preparaban con mojos, constituyendo una especialidad gastronómica muy apreciada que se ha mantenido hasta nuestros días y que forma una parte importante de la cultura y tradición de los habitantes de la comarca.
En los últimos años se ha producido un importante auge de este cultivo que ha convertido al olivo en una posible alternativa para el mantenimiento y desarrollo de esta zona. Su gran adaptabilidad a determinadas condiciones ambientales, así como su alto valor agronómico, etnográfico y paisajístico han favorecido su expansión.
En los últimos años se han realizado nuevas plantaciones que han supuesto un importante incremento de la superficie dedicada al cultivo del olivo en, prácticamente, toda la Isla.
En cuanto a la producción de aceite, el aceite de oliva virgen extra elaborado en las modernas almazaras instaladas en la isla, de excelente calidad, se está convirtiendo en un producto cada vez más valorado y apreciado.
En la actualidad están elaborando aceite de oliva virgen extra en la isla catorce almazaras: cuatro situadas en el término municipal de Santa Lucía, dos en Ingenio, seis en Agüimes, una en Telde, una en Agaete, además de existir seis envasadoras, cuatro en Santa Lucía de Tirajana, una en Valsequillo y una en Ingenio.
Se trata de pequeñas almazaras que trabajan en sistema continuo de dos fases y cuya producción varía mucho de unos años a otros y entre almazaras, pudiendo oscilar entre los 500 y 1.000 litros al año de las más pequeñas a los 30.000 litros por año las de mayor producción y en años buenos.
Las variedades cultivadas son, además de la conocida como “del país”, que estudios realizados han comprobado que corresponde a la variedad Verdial de Huevar, Picual, Arbequina y, más recientemente, Hojiblanca. La época de recolección se extiende desde finales de agosto a finales de febrero, dependiendo de la zona y variedad.
Estas variedades proporcionan al aceite de oliva virgen extra de Gran Canaria su sabor característico, presentando frutados complejos de intensidad media-alta con matices a tomatera fresca y hierba recién cortada, con apreciable y equilibrada presencia de amargo y picante en boca.