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Universidad, del choque generacional al diálogo intergeneracional

 Se inaugura el Campus de Etnografía y Folclore de Ingenio con una enriquecedora mesa redonda con la participación de ocho personas de edades diferentes del programa Peritia et Doctrina y al Aula de Filología, ambas de la ULPGC

En la tarde de ayer lunes, día 15 de julio, quedó inaugurada la undécima edición del Campus de Etnografía y Folclore que organiza la ULPGC en el marco de la 29º edición del Festival Internacional de Folclore ‘Muestra Solidaria de los Pueblos’, que hasta el día próximo día 30 de julio tendrá lugar en el mencionado municipio del sureste grancanario. En su discurso inaugural, el rector de la ULPGC, Lluís Serra, se congratuló de que la universidad “siga acercando la cultura a los municipios de la isla cuando se cumplen 35 años de su existencia”. Serra señaló que el campus que se extenderá hasta el día 19 de julio “fomenta el diálogo intercultural e intergeneracional y vincula a la cultura con la sociedad a través de la universidad con sinergias que relanzan la dimensión humanista que la ley señala”.

Por su parte, David Castellano, presidente de Coros y Danzas y director del Festival Internacional de Folclore ‘Muestra Solidaria de los Pueblos’, recordó la labor ininterrumpida en los 75 años de existencia que cumple la citada agrupación, puntualizando que el mencionado evento musical no podría ser entendido hoy sin el campus, “que se ha convertido en un referente y un espacio para el estudio de las tradiciones y el legado cultural de Canarias compartido con otros pueblos del mundo”. Uno de los coordinadores del Campus de Etnografía y Folclore de la ULPGC, el profesor Yeray Rodríguez, advirtió que “la universidad está cerca de los acontecimientos que suceden” y subrayó que el campus “complementa el sentido artístico del festival con su dimensión pedagógica. Se trata de festejar el pasado mirando al futuro estos días en los que Ingenio se convierte en un resumen del mundo”, dijo Rodríguez.

La alcaldesa de Ingenio, Vanesa Martín, recordó que su municipio, a través de Coros y Danzas, “siempre ha mantenido un compromiso con las tradiciones culturales” y animó a la agrupación folclórica a que “prosiga permitiendo que nuestro pasado siga latiendo en nuestro presente con el objeto de entender la idiosincrasia de nuestro pueblo y nuestra isla, poniéndolo en contexto con otras culturas del mundo”.

A continuación, se desarrolló la mesa redonda intergeneracional que inauguró el Campus de Etnografía y Folclore en la que participaron ocho personas de edades muy diferentes pertenecientes al programa Peritia et Doctrina y al Aula de Filología, ambas de la ULPGC, quienes contaron al público asistente que llenaba por completo el salón de plenos del ayuntamiento de Ingenio, su experiencia vital en el seno del centro universitario.

Experiencias gratificantes

Así, Antonio Santana, que está jubilado, confesó que su paso por la universidad “ha sido una experiencia espectacular con la que ha podido conocer las derivas culturales que se ofrecen en sus diferentes estudios de formación”. En la misma línea se pronunció Juani Hernández, que salió a la calle en la histórica manifestación en la que la sociedad de Gran Canaria reclamó la implantación de la universidad, “con la intención de que mis dos hijas pudieran estudiar en ella”. Ahora, jubilada y tras el cierre de su negocio en la calle Triana que mantuvo abierto durante 25 años, acaba de concluir su ciclo en Peritia et Doctrina, “una experiencia que me ha salvado la vida, me ha permitido salvar una deuda que tenía conmigo misma y que me ha permitido seguir creciendo como persona”, dijo.

Para el joven Chavi Suárez, estudiante de Filología en la ULPGC, “cuando se llega a la universidad, uno llega sin tener forjado su ser, pero en ella, poco a poco, vas encontrando las lianas a las que sujetarte”. También la estudiante Paula Suárez destacó los valores de su experiencia universitaria que le ha proporcionado, entre otras satisfacciones, formar parte del colectivo cultural recientemente constituido ‘Generación 21’.

La veterana Marisol Ramos tiene claro que en los programas formativos especiales que la universidad pone a disposición de las personas seniors, además de socializar, “compite con la vida a ver cuánto tiempo le gana”. También María de los Ángeles Hernández, salió a la calle a reclamar la creación de la universidad. Ella pudo estudiar con 37 años en la misma y ha regresado para orlarse a través del aula Peritia et Doctrina, en donde también inscribió a su marido sin que él lo supiera. “Ha sido una nueva etapa en mi vida, un antes y un después”, añadió.

La joven Adriana Medina agradeció el espíritu y el coraje de las cientos de miles de personas que salieron a la calle para reclamar la universidad “en la que muchas generaciones de jóvenes canarios han podio formarse en su tierra”. Finalmente, Juan José Rivero, miembro de Coros y Danzas, que se ha forjado también como decimista en Filología, tiene claro que en la universidad “se comparte y se aprende”.

La mesa redonda celebrada en el marco del Campus de Etnografía y Folclore concluyó con un debate intenso sobre el papel de las nuevas tecnologías y la brecha digital que ha producido entre generaciones, que a modo de resumen fue entendida por los participantes en la misma como una senda para llegar al mismo lugar. Si antes se hablaba de choque generacional hoy podemos hablar de diálogo intergeneracional en el que la ética podría estar en el centro de este debate.

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