El presidente del Cabildo participa en el homenaje a Ramón Artiles Batista, capitán teldense de la República represaliado
“Ramón no es el pasado, porque su ejemplo continúa siendo válido en nuestros días”, enfatizó en el acto
Artiles fue también ebanista y sus tallas inspiran hoy que la “dignidad humana es capaz de dar forma a la resistencia”
Gran Canaria, 23 de marzo de 2024. La fachada de la casa situada en el número 47 de la Calle León y Castillo de Telde, el hogar familiar, fue hoy escenario del homenaje y acto público de restitución de la memoria de Ramón Artiles Batista, capitán de la República represaliado por el franquismo. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, recalcó en este contexto que “vuelven tiempos oscuros y nos toca a la ciudadanía y a las instituciones seguir el ejemplo de Ramón para afianzar los valores y los principios democráticos”. En el acto intervinieron también el alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, y el biznieto del militar represaliado, Rafael Álvarez Gil.
“Ramón no es el pasado por dos motivos, primero porque nuestra obligación es observar los acontecimientos de aquel tiempo como una enseñanza y un aviso. Y, en segundo lugar, porque su ejemplo continúa siendo válido en nuestros días”, reforzó Morales.
Recordó que el militar republicano “mantuvo su fidelidad a la legalidad democrática y al orden constitucional tras el Golpe de Estado” y que “su valentía, su honorabilidad y sus principios son un faro que nos sigue alumbrando”. Así lo expresó en una cita en la que también participaron el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que firmó recientemente la Declaración de Reconocimiento y Reparación Personal, el alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, y el bisnieto del homenajeado, Rafael Álvarez Gil.
El presidente insular señaló que “el fascismo franquista segó de raíz más de 1.000 vidas en Canarias, de ellas cerca de 500 en Gran Canaria en procedimientos tan sumarios como cobardes y crueles. Sin embargo, el terror que ejercieron también aniquiló la existencia de incontables personas que siguieron vivas, pero sin vida. O sin la vida que merecieron, quisieron y debieron vivir”.
“Personas y familias enteras”, agregó, “quedaron marcadas por el horror, la injusticia y la represión. Fue el caso de un hombre bueno, el grancanario Ramón Artiles Batista, capitán de Artillería del Ejército de la República, un teldense orgulloso de su lugar de nacimiento que tuvo el honor de participar de muy joven en la Bajada del Cristo”.
“Nos encontramos ante la que fue su casa en el Barrio de San Juan de Telde, donde residió junto a su mujer y que ha sido habitada también por las generaciones que vinieron después. Si estos muros hablaran, nos contarían la historia de unas biografías que dieron un giro fatal en la Guerra Civil. Como las piedras no hablan, lo tenemos que hacer nosotros y nosotras, en este caso las instituciones democráticas, como hacemos con voz alta y clara con este justo homenaje a su legado, un sanador y necesario ejercicio de reconocimiento y restitución personal”, defendió.
El Consejo de Guerra al que fue sometido tras combatir en Cataluña y en el Frente de Aragón y cruzar la frontera desde Francia le deparó la prisión, la negación de su graduación como capitán “y una vida ocultada, vilipendiada y silenciada entre los tenebrosos pliegues de la Dictadura. Él, no obstante, conservó en su interior los galones humanos de los que carecía el Franquismo. Nadie se los pudo arrancar”, enfatizó Morales.
El presidente de la isla subrayó que “las actuaciones en materia de memoria democrática buscan la verdad, la justicia, la restitución y las garantías de que hechos tan miserables y totalitarios no vuelvan a repetirse. El Cabildo de Gran Canaria está fielmente comprometido con esta causa”.
“Esto significa”, profundizó, “que seguiremos haremos todo lo que esté en nuestras manos, poniéndolas al servicio de las investigaciones arqueológicas en marcha en la Sima de Jinámar. Y también impulsando y colaborando en proyectos para rasgar los velos de la impunidad y la desmemoria, como se ha hecho antes en los Pozos de Tenoya, donde se recuperaron los cuerpos de 14 hombres con claros signos de muerte violenta; o con la publicación del primer libro monográfico en Canarias sobre los represaliados, coeditado junto al Ayuntamiento de Arucas”.
El presidente señaló que Ramón tuvo una pasión “que le ayudó a respirar”. Fue un extraordinario ebanista, tarea que le sirvió de desahogo. El hogar familiar conserva varios de los muebles que hizo. “Estos muebles tampoco hablan. Pero sí tienen un mensaje. Que estas tallas sirvan de ejemplo de cómo la dignidad humana es capaz de dar forma a la resistencia y la esperanza incluso en los momentos más duros y oscuros”, finalizó.